
Una comida de domingo entre amigos, es una responsabilidad. Eso lo sabemos todos. Un domingo reciente en una de esas reuniones que sólo tienen como motivo comer, charlar y pasar el día, decidí acudir a una invitación con una botella bajo el brazo de un albariño Quinta de la Erre.
Desconociendo los platos que me esperaban, la decisión fue unánime. Es un blanco perfumado, sensorial, limpio y con un gusto refinado.
Sirvió de...