La ceremonia, conducida por la periodista Montse Estévez y el actor Rubén Riós, reunió a más de 270 personas en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz de Arrabaldo (Ourense)
Durante la gala se entregaron premios a Manuel Juliá, director de FENAVIN; la sumiller María José Huertas, Nariz de Oro y responsable de la bodega de La Terraza del Casino (NH Hotel Group); la revista La Alacena Roja; los viticultores Delfina Alén y Cristian Vázquez, y la Festa da Istoria de Ribadavia, además de los establecimientos O’Colmear, de Pereiro de Aguiar; la Vinoteca Tucho, de Ribeira, y Sibarita Bar & Shop, de Vigo
Los ganadores de la Cata Oficial fueron Juan Míguez El Godello 2022, como Mejor Vino Blanco Bodega; Alberte 2022, Mejor Vino Tinto Bodega; Gran Gandarela 2022, Mejor Vino Blanco Colleiteiro y Viña Carpazal Selección 2022, como Mejor Vino Tinto Colleiteiro
Más de 270 personas se dieron cita esta tarde en la Gala Premios D.O. Ribeiro celebrada en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz, en la localidad ourensana de Santa Cruz de Arrabaldo, con el lema Un proxecto para as persoas, con la que el Consejo Regulador de la D.O. Ribeiro rinde homenaje a la figura del viticultor con una mirada al pasado y a las tradiciones, pero también al futuro y a la necesidad del recambio generacional para seguir siendo referente y motor económico y turístico de la enocomarca.
De ello habló el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro, Juan Manuel Casares, en su intervención en la gala, a la que asistieron el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el conselleiro de Medio Rural, José González; el vicepresidente de la Deputación de Ourense, Rosendo Fernández, y el delegado territorial en Ourense de la Xunta de Galicia, Gabriel Alén, entre otras muchas autoridades.
Para Casares, que recordó los éxitos de los vinos Ribeiro enumerando algunos de los 28 máximos galardones obtenidos en los últimos meses, empieza un nuevo período que “afrontamos con ilusión, trabajo, compromiso y esa vocación de continuidad que liga el pasado, el presente y el futuro”.
“Una continuidad fundamentada en dos herramientas”, dijo, “el control exhaustivo como garantía de origen, calidad y seguridad para el consumidor, y una estrategia de promoción agresiva que abra caminos en los mercados estatales e internacionales”, enumerando como grandes objetivos, el redimensionamiento de la base territorial y un recambio generacional que aseguren nuestro futuro; la conversión de esta joya para los sentidos en destino turístico sostenible, de calidad y desestacionalizado, y por fin, la puesta en valor de la figura del viticultor como pieza esencial del motor económico de esta Enocomarca histórica”.
El presidente del Consejo Regulador también aprovechó para hacer una radiografía del nuevo Ribeiro que anunció hace cinco años y que son, en definitiva, “los frutos de la apuesta que hace tres décadas hizo un grupo de viticultores y bodegueros por la recuperación de nuestras castes”.
“Este es el Ribeiro que supo con orgullo y sin complejos, sobreponerse a los malos momentos; el Ribeiro que, con inconformismo y amplitud de miras, acertó en la gestión de un legado de siglos de historia y calidad”.
El presidente de la D.O. recordó que en “seis años conseguimos la recuperación y asentamiento del Consejo Regulador como entidad que representa mucho más que vino, y que hoy es un ente totalmente saneado en lo económico, modernizado en sus infraestructuras y funcionamiento, y un organismo que transmite seguridad y credibilidad”.
Además, Casares insistió en el lema de la gala de este año que pone el foco de atención en las personas, porque tal y como explicó “el Ribeiro es historia, tradición, patrimonio, termalismo y vin, pero por encima de todo, constituye una obra de personas que viven, trabajan, sienten y sueñan; que tienen anhelos, proyectos e ilusiones de vida” y que “viven la realidad de su propia intrahistoria, cada día más dura e incierta”, reivindicando precisamente en este contexto “el papel de un Consejo Regulador autónomo como agente vertebrador del territorio y de cohesión de su sociedad” porque “gestionamos calidad y promoción, pero también influimos en la vida de las personas al tomar decisiones dirigidas a generar oportunidades para su desarrollo dentro de un proyecto común de territorio”.
PREMIADOS. La gala, conducida por el actor Rubén Riós y la periodista Montse Estévez, con música en directo de Nastasia Zürcher, tuvo como eje central la entrega de los premios con los que el C.R.D.O Ribeiro reconoce la labor de difusión y puesta en valor de los vinos de la Denominación de Origen más antigua de Galicia, y que este año recayeron en el periodista y escritor Manuel Juliá, director de FENAVIN, galardonado con el Premio Persoeiro de Honra, por posicionar Fenavin como “la feria de vino más importante del estado español y el escaparate perfecto para mostrar toda la riqueza y variedad de este sector”, y en la sumiller María José Huertas, Nariz de Oro y responsable de la bodega del restaurante La Terraza del Casino (NH Hotel Group) que dirige el Estrella Michelin Paco Roncero, que recibió el Premio Muller e Viño, porque “el mundo del vino no es una cuestión de género, sino de persoas que han de ser valoradas por su trabajo, sus capacidades y su talento”, algo sobradamente demostrado por Huertas, uno de los grandes nombres de la sumillería.
Además, se premió a la revista La Alacena Roja, galardonada con el Premio Mellor Tarefa de Comunicación, con el que se reconocieron “sus diez años de puesta en valor del vino, la restauración y nuestro enoturismo”, y la Festa da Istoria de Ribadavia, que recibió el premio O Ribeiro en Nós por sus “34 años recreando pasajes históricos de nuestra comarca, haciendo realidad la máxima de que hablar de Ribeiro es hablar de la historia de Galicia”.
A ellos se sumaron los viticultores Delfina Alén Beldrón, de 85 años, y Cristian Vázquez Carrera, de 35, que recibieron conjuntamente el premio Vida entre Vides. Un galardón a los dos profesionales en activo más veterana y más novel, respectivamente, con el que el Consejo Regulador pretende “visibilizar que más allá del redimensionamiento del territorio, hay que impulsar el recambio generacional” y que representa el “reconocimiento a una vida de tesón, esfuerzos y cuidados” para Delfina, y “el convencimiento de que hay futuro en la viticultura”.
Además, durante la gala se reconoció “la apuesta por el vino Ribeiro” del restaurante O’Colmear, de Pereiro de Aguiar, distinguido como Mellor Servizo de Viño en Restaurante; la Vinoteca Tucho, de Ribeira, como Mellor Tenda Especializada, y Sibarita Bar & Shop, de Vigo, como Mellor Bar de Viños, deseando que “sean espejo para toda la hostelería”, y se hicieron entrega de los premios a los vinos ganadores de la Cata Oficial, Juan Míguez El Godello, como Mejor Blanco Bodega; Alberte, Mejor Tinto Bodega; Gran Gandarela, Mejor Blanco Colleiteiro y Viña Carpazal Selección, como Mejor Tinto Colleiteiro, todos ellos de la cosecha 2022.
La clausura de la gala corrió a cargo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien definió a los premiados como “baluartes de Galicia Calidad y del rural con oportunidades”, asegurando que los reconocimientos son “una prueba del arraigo del sector, de la excelencia de los vinos gallegos reconocida dentro y fuera de Galicia y de la confianza en que, desde los rincones más modestos, los productos gallegos pueden conquistar el mundo”.
Además, el jefe del Ejecutivo valoró la fuerza de la viticultura en la Comunidad, destacando el apoyo de la Xunta al sector con medidas como la Ley de Recuperación de la tierra agraria, los cerca de 30 millones en ayudas para inversiones, exportaciones y reconversiones de los viñedos, y la Estrategia de dinamización económica, territorial y turística de las comarcas vitivinícolas.
“Una viña es una fuente de riqueza”, dijo, “pero también una postal para muchos de esos visitantes que contribuyen a que Galicia continúe batiendo récords turísticos”
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